Si hay algo que me gusta en la gente es la inteligencia y la divergencia. El contraste en forma de vida y la disparidad en comparación mía me llaman muchísimo la atención. Encuentro que vivo vicariamente por medio de ellos, y aunque no cambiaría las bendiciones y la alegría de mi vida por la de cualquiera de ellos, estoy convencida de que es la posibilidad de vivir sus experiencias por medio de ellos lo que me sostiene cuando quiciera hacer algo y no puedo. Ultimamente he tenido que pasar de algunas cosas, locuras y aventuras que podría tener… si yo no fuera yo. Si yo fuera una persona sin familia, o sin los lítimites de mi pequeña lista de valores éticos, o si simplemete tuviese más libertad en cuanto a una u otra cosa… entonces habría destruído mi vida desde hace mucho tiempo. Estaría en Madrid, viviendo una vida de libros y leyendas, de marcha y de vino… estaría en otro mundo de amigos arte y pobreza –o bien de lucros empresas y desenvolturas. Sería el rebelde sin causa –suelen ser rebeldes los que no tienen que perder- o la empresaria sin integridad o conciencia –suelen serlo quienes no tienen más emoción que la producida del poder. Tengo que aceptar que muchas veces me gustaría ser alguien más. Ser otra, con otra vida, y otras situaciones y otro mundo… salirme de la monotonía de la vida moderada. Vivir una de las vidas que he descrito… tan espantosas, y sin embargo tan atractivas. Tan llenas de aventura.
Tengo miedo de las acciones irreflexivas. Son pocas las que he tomado de ese modo, pero de todas me he arrepentido. Tengo también miedo de dejarme llevar, como me ha pasado ya una vez, por la religiosidad y el molesto sentido de culpabilidad. Pero tengo que aceptar que el lugar “moderado” que logré encontrar me es algo unísono…insípido, mediocre. Un amigo mío me ha dicho que yo siempre necesito más, que pido demasiado… que es parte de mi encanto, sí, que yo sea tan linda y tan peligrosa a la vez, pero que tenga cuidado. Yo me he reído de él. Ya quiciera yo ser peligrosa! Soñador, veamos que será de tus sueños. Dice otro dicho que al camarón que se duerme se lo lleva la corriente… imagínate si el pobre encima sueña.
Si no me gusta ningun lugar en la balanza, ni aún el del centro, ¿A dónde he de ir ahora? Hoy fui a la iglesia, sola, como es normal -y no me quejo, me gusta- pero, como también es normal, no me fue de demasiada ayuda. Intenté orar por mi misma en una capillilla del santuario, pero nada salía de mis labios. Ulitmamente no tengo nada que decirle a Dios. Nada. Así que no intento. Si mis pequeños, diminutos problemas de monólogos y momentos de inarticulación continúan, me veré obligada a enseñar. No me será posible ministrar y ser honesta. Se me ha enseñado que Dios quiere todo o nada. Si eso es verdad, terminaré en la ruina: me es imposible entregarlo todo. Vaya, todo esto para tan nula conclusión. Pero es verdad. No puedo concebir un Dios que lo pide todo sin dar señas de nada. De los cientos de religiones, ninguna es completemente exacta. No me puedo entregar completa a una religión incompleta.. no es posbile ser perfecta con una religión inexacta. Son aquellos que se entregan por completo a un credo humano quienes han llenado nuestra historia de sangre, de odio, de miedos y de remordimientos. Ya de remordimientos he tenido mi llene.
Este verano leeré la biblia diez veces, si es necesario, y llegaré a las conclusiones por mi misma; necesito separar lo que verdaderamente creo de lo que se me ha enseñado. Vaya, si hubiese nacido Hindú, sería Budista! Al diablo con la banalidad y la complacencia. Ha de seguir todo esto?Me moriré de aburrimiento y de puerilidad.
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